“Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz”
(Rima
XI, Aproximaciones pg. 195)
En clase el
miércoles, estudiamos como la Rima XI de Bécquer habla del juego entre dos ideas. Por un lado tenemos la idea de “carpe diem;”
la vida es corta así que, aprovéchala. Por el otro lado, una persona puede seguir
esperando, buscando su propia “fantasma.”
Podemos ver la tensión entre estas dos ideas en muchos aspectos de la
vida, pero especialmente en la cultura del cortejo aquí en el BYU.
Bécquer
(tal vez sin querer) nos ha descrito perfectamente. Creo que en la mente de cada estudiante aquí
hay dos ideas. Primeramente: la vida (y
en este caso el estudio) es corta así que debo quedarme con un de las personas
con quien me llevo bien y que no casemos de una vez. ¡Aprovéchela!
¡Carpe diem! Y la otra idea: tal vez hay otra mejor opción; una persona
que me completa, quien tiene todas las cualidades que jamás he soñado; la
persona perfecta. Aquí estás, vano fantasma. Un sueño.
Un imposible.
¿Y por qué
pensamos así? Bueno, ¿qué nos están
enseñando?
No se puede
pasar ni una sola reunión sacramental sin que alguien te dice: “¿por qué no te
cases todavía?” En uno de sus discursos
en la universidad, Spencer W. Kimball lo dijo así: “Marriage should come when
we are reasonably young, to procreate and bear children… Hence, marriage is a
must, an early must.” En otro discurso
dijo que “any good man and any good woman can
have happiness and a successful marriage if both are willing to pay the price.”
¡No esperes la persona perfecta!
Busca una persona con quien te llevas bien y viva la vida. ¡Carpe
diem!
Por otro
lado, Elder Holland en otro discurso dice que debemos mirar hacia adelante con
fé. “Faith is always pointed toward the future. Faith always has to do with…events that will yet be....seize the prize of God that lay
yet ahead…’the substance of things hoped for, the evidence of things not seen’”
¿Suena conocido? Fantasma. Niebla. Luz.
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