El Centro

“Lo que sé es que me levanté otro.  
Los últimos y horrendos padecimientos 
habíanse borrado de la memoria.” 
(Mecanópolis, Relatos de Unamuno)

¿Las memorias definen quiénes somos? ¿Si tuviéramos nuestras memorias borradas, nos convertiríamos en otros?  No.  Creo que hay algo dentro de nosotros que es más fundamental aun que nuestras memorias, y es un tema que se ha explorado extensivamente in la literatura. En la película “Rise of the Guardians,” el protagonista, Jack Frost, despierta en medio de una charca helada.  No sabe quién es ni de dónde vino  y sólo sabe su propio nombre porque el hombre en la luna se lo dijo.  Sin embargo, él es escogido como uno de los guardianes, un grupo de personajes míticos cuyo trabajo es cuidar a todos los niños del mundo.  Al principio él resiste su llamamiento pero Santa Claus le invita a buscar su “centro.”

A pesar de sus dudas, Jack decide ayudar a los guardianes.  Su jornada le lleva a encontrarse nuevamente con sus memorias. 

“You’re gonna be fine.  You have to believe in me.”  ¿Qué dijiste? ¿Figura cristológica? Aun su bastón parece si fuera de un pastor. Bueno, esto será para otra blog.

En este momento Jack descubre que sus memorias no le muestran quien es, sino que le muestran porque es quien es, o sea le muestran su centro, lo cual siempre estaba dentro de él.  Aun cuando él no sabe quién era antes, es la misma persona.  Su “centro” no ha cambiado.  

Cuando Jack despertó en ese estanque, no se levantó otro.  Se levantó sí mismo, como todos nos levantamos.

Aun sí perdemos la memoria, no perdemos  nuestro centro.  No perdemos nuestra alma.  Para mí esto es importante porque creo que todos nosotros vivimos antes de esta vida.  Tuvimos muchas experiencias.  No los recordamos ahora, pero es por motivo de aquellas experiencias que somos quienes somos.   

Todavía no puedo definir muy bien qué exactamente es nuestro centro, y seguro que se puede cambiar con el tiempo, pero es real, y sé que es lo que nos define.